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Cuando se trata de fundas, algunos todavía las consideran simples accesorios de armas de lujo, como ropa para mascotas o envoltorios de regalos. Opcionales. Cosméticos. Innecesarios.
Pero seamos realistas. Desde Li Xiangyang hasta los antihéroes más duros de Hollywood, ningún operador serio va sin una funda. Claro, en las películas, sacan sus armas de sus trajes como por arte de magia: si no hay funda a la vista, no hay problema. ¿Por qué? Porque en las películas, nadie sale herido cuando se aprieta el gatillo. ¿En la vida real? Eso es otra historia.

Las fundas no son opcionales: son esenciales

Vayamos al grano: portar un arma sin funda es peligroso. Ya sea que estés bajando peso o corriendo por un estacionamiento, un arma sin seguro puede resbalarse, caerse o, peor aún, dispararse. Cada año, aparecen noticias sobre disparos negligentes que lesionan al portador, a menudo en los peores lugares posibles.

Una funda de calidad protege no solo tu arma, sino también tu cuerpo. Previene disparos accidentales al proteger el gatillo, mantiene tu arma segura bajo presión y te brinda acceso constante en momentos de alta presión. Pero no todas las fundas son iguales. Algunas incluso pueden ponerte en mayor peligro.

Hablemos de lo que no debemos usar.

🔥 Salón de la Vergüenza de la Funda 🔥

Presenta diseños que no recomendamos, a menos que quieras problemas.

🚫 1. Blackhawk SERPA: Función de seguridad que se ha vuelto inoperante

La funda SERPA fue revolucionaria a principios de la década de 2000. Moldeada en Kydex, sistema de bloqueo de retención, montaje ajustable: parecía y se sentía como el futuro.

Pero su infame mecanismo de liberación con el dedo índice resultó ser un inconveniente. Bajo presión, los usuarios solían presionar hacia el gatillo en lugar de alejarse de él. ¿El resultado? Disparos accidentales, desde disparos en el muslo hasta lesiones en los pies, incluso antes de que el arma saliera de la funda.

Nuestro veredicto: demasiado peligroso para cualquiera que esté fuera del set de rodaje de una película.


🚫 2. SOB (Lower of Back): ¿Quién pensó que esto era una buena idea?

Si la «peor colocación de la historia» fuera un concurso, la funda SOB ganaría. Llevada en la columna, se ve genial hasta que te caes hacia atrás y el arma te golpea las vértebras. Además, al desenfundar desde atrás, el cañón te barre el cuerpo, violando todas las normas de seguridad de las armas de fuego.

¿Quieres proteger tu columna vertebral y tu intestino? ¡Olvídate de esto!


🚫 3. Fundas de competición: diseñadas para la velocidad, no para la seguridad

Los competidores de IPSC y USPSA usan fundas sencillas que apenas sujetan el arma. Lo importante son los milisegundos, no la ocultación ni la retención.

¿Pero usarlas en la vida real? Una compra no debería terminar con tu pistola cayendo al suelo. A menos que tengas el reloj y el equipo completo, déjaselas a los profesionales.


🚫 4. Fundas de brazo: Fantasía de Hollywood, pesadilla del mundo real

Ocultas bajo la manga como un accesorio de magia, las fundas de brazo son la solución menos ergonómica jamás inventada. Se necesitan dos manos para desenfundar, se reduce la movilidad y, lo peor de todo, el cañón suele apuntar directamente al pecho. Para nosotros, no.


🚫 5. Fundas de hombro: lucen geniales, pero…

Lo admitimos: nada supera a una hombrera debajo de un blazer. Es suave como la de James Bond. Pero en realidad, es difícil desenfundar sin entrenamiento serio, puede marcar tu propio cuerpo al desenfundar y es inútil si estás pegado a la pared. Además, tu armario debe girar en torno a ella. ¿Alguna vez has probado a usarla debajo de una sudadera con capucha?

¿Elegante? Sí. ¿Seguro y práctico para civiles sin experiencia? No mucho.


✅ ¿Qué hace que una funda valga la pena?

Una buena funda comparte estas características clave:

  • Material de primera calidad sin bordes afilados ni puntos ásperos.
  • Ajuste preciso del arma de fuego: sin vibraciones ni tonterías universales
  • Retención segura y consistente
  • Cajón accesible que no compromete la seguridad
  • Ocultación compatible con tu estilo de vida y tipo de cuerpo.

Cada funda se adapta a diferentes necesidades. Una funda de apéndice puede ser perfecta para algunos, pero no ideal para estar sentado todo el día cómodamente. Una funda OWB con retención de nivel 2 podría ser más adecuada para entrenamiento o porte abierto. La cuestión es que necesitas la herramienta adecuada para tu misión.


Entrena como cargas — Carga como entrenas

Una buena funda es solo la mitad de la historia. Practica tu desenfunde. Pon a prueba tu equipo bajo presión. La configuración más cara es inútil si fallas cuando importa.

En HaGear, fabricamos fundas diseñadas pensando en tu seguridad, velocidad y uso diario. Sin trucos. Sin exageraciones. Solo equipo que funciona cuando más lo necesitas.

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